Luis Castillo RiverosDirector Ugel Ascope
También pertenecí al Sutep y me sentía decepcionado cuando veía que la dirigencia nacional negociaba en Lima a espaldas de las bases. Finalmente se aprobaban las leyes a las que nos oponíamos, como pasará esta vez con el proyecto de Ley de la Reforma Magisterial.
Es que el Sutep o mejor dicho los dirigentes tienen un punto débil. La Derrama Magisterial que maneja fondos que aportan más de 300 mil maestros en todo el país.
Ser dirigente nacional de Sutep es tener la oportunidad de ser parte de esta entidad que administra alrededor de 5 millones de soles que ingresan mensualmente por aporte de los docentes.
En esta huelga acatada sólo por el 70% de profesores en la provincia de Ascope, han ganado que los alumnos no asistan a sus aulas, atemorizan a los padres de familia y de seguro que la convulsión social en la que nos encontramos se incrementará.
Los perjudicados también son los profesores contratados, pues algunos dirigentes tienen sus sueldos asegurados porque trabajan en instituciones educativas privadas, otros tienen licencias por salud y los demás están caminando al barranco porque alguien los encamina mal.
Somos profesionales, leamos un poco de la historia y enterémonos que todas las leyes se aprobaron pese a nuestras medidas de fuerza. Esta nueva Ley se aprobará sin cambios sustanciales y si lo hay será insignificante.
No habrá éxito si es que el Sutep que se enfrenta a su empleadora, el Estado, tiene un punto débil por el que al final se negocie.
Ya pasó en un gobierno anterior, la empleadora pidió levantar la medida de huelga o la Derrama Magisterial que maneja millones de soles pasaba a ser administrada por el Estado. La huelga se levantó.
Esto es el kit del asunto por el que la dirigencia, encabezada por el Partido Político que todos conocemos, financia su existencia hasta ahora. No debemos caer como profesores, somos profesores.
Estamos en una sociedad que avanza y no podemos permitir que la mediocridad esté en el sistema. Escuché un comentario que si los profesores no aprueban, que no los despidan sino que los envíen a ocupar cargos administrativos; o sea, involucionar.
El Sutep promovía la no participación en los exámenes para ingresar a la Carrera Pública Magisterial que ofrecía a los profesores ganar más del doble de lo que gana un docente del antiguo régimen.
No entiendo que persigue la dirigencia o quiénes son los dirigidos. ¿Somos maestros o corderos?
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